9 beneficios secretos que no sabías sobre el kiwi
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El kiwi es muy recomendable para las dietas de adelgazamiento porque nos sacia y nos ayuda a bajar de peso, ya que tiene más de un 80% de agua.
El kiwi es una fruta pequeña y deliciosa, conocida por su color marrón y su piel con pelos en el exterior y su interior verde brillante. Es originaria de un valle de China, aunque luego fue llevada a Nueva Zelanda, donde hoy se produce en cantidad elevada.
Se la denominó “kiwi” debido a su parecido con el pájaro homónimo, muy popular en Oceanía. Es una fruta cuyo sabor, indican los que saben, es una perfecta combinación entre el plátano, la fresa y la piña.
Rico en antioxidantes y vitamina C:
Estos son los dos nutrientes principales del kiwi. En el caso de la vitamina C, cuenta con 98 mg por cada 100 gramos. Tiene así más cantidad que las naranjas y los limones (casi el doble). Solo es superado este valor por las guayabas y las grosellas. Una pieza de kiwi nos aporta más del 80% del requerimiento diario de vitamina C.
Se aconseja consumirlo por la mañana en del desayuno. Entre las propiedades de esta vitamina podemos destacar que refuerza el sistema inmunitario, rebaja la hipertensión, evita el cáncer y las alergias y resfriados.
La vitamina C es un potente antioxidante. Su capacidad de neutralizar los radicales libres hace del kiwi un perfecto neutralizador de los daños corporales, sobre todo los que tienen que ver con el envejecimiento. Comer esta fruta permite mantener las células más jóvenes y conservar la salud del cuerpo en general.
Se aconseja su consumo a personas fumadoras o que beben mucho alcohol. También a quienes padecen diabetes o alergias, a mujeres embarazadas o en la menopausia, a ancianos, a quienes sufrieron fracturas de huesos o rotura de ligamentos, tienen problemas en la vista como cataratas y los que padecen inmunodeficiencias por enfermedades como el SIDA o el herpes.
Reduce el estrés y los nervios:
El kiwi es una fruta ideal para los tiempos modernos. Debido a la gran cantidad de vitamina C, puede evitar el nerviosismo y la ansiedad. También es perfecto para reducir el estrés.
Nos permite sentirnos más tranquilos y enfrentarnos a los problemas u obstáculos que aparecen en nuestra vida. Se recomienda comer un kiwi antes de una entrevista de trabajo o una reunión importante, para reducir la tensión.
Disminuye el estreñimiento:
El kiwi es una fruta repleta de fibra soluble, por ello ayuda en la digestión y mejora el tránsito intestinal, siendo una gran aliado para prevenir el estreñimiento.
Si se consume en el desayuno ayudará mucho más en este aspecto. Se puede comer con otras frutas, yogur, kéfir o cereales a la mañana. Favorece la expulsión de heces.
Sirve para adelgazar y eliminar la retención de líquidos:
Tiene un gran porcentaje de agua y un nivel calórico intermedio (63 Kcal cada 100 gramos), por lo que permite bajar de peso y sentirse más saciado. A su vez, no posee demasiado sodio, siendo perfecto para las dietas de adelgazamiento y para perder agua, sobre todo en el caso de embarazadas.
El kiwi es muy diurético y no debe faltar en la alimentación de los que sufren de obesidad o sobrepeso. Es útil en casos de insuficiencia cardíaca o hepática.
Ayuda a la digestión:
Como se dijo antes, el kiwi es muy digestivo y permite disgregar las proteínas de los alimentos, así como también evitar la indigestión, la gastritis y los gases. La presencia de estas proteínas permiten combinar esta fruta con leche o gelatina.
Mejora la circulación de la sangre:
Al contener vitamina E y ácidos grasos Omega 3 y 6, el kiwi fluidifica la sangre, mejorando el estado general de las arterias. Esto evita la formación de trombos o coágulos en los vasos sanguíneos.
Esta fruta sirve para proteger contra trombosis, angina de pecho, derrames cerebrales e infartos. Y como si esto fuera poco, el kiwi y su fibra, permiten reducir los niveles de colesterol en sangre.
Mejora los huesos:
Esto incluye cualquier elemento óseo del cuerpo, es decir, también los dientes. Esta propiedad se debe a los minerales presentes en el kiwi: cobre, magnesio y potasio. Una pieza de la fruta cubre el 10% de las necesidades básicas de los tres.
El kiwi, así, permite mejorar el desarrollo de los huesos y también el funcionamiento de los nervios, músculos y órganos.
Favorece el sistema inmunitario:
Esto significa evitar los resfriados y subir las defensas, debido a la gran cantidad de ácido fólico presente en el kiwi, sumado a la vitamina C. Permiten ambos nutrientes producir más glóbulos rojos y blancos, así como también anticuerpos, que funcionan como barrera de las enfermedades producidas por virus.
Combate la anemia:
También debido a la vitamina C, que aumenta la absorción del hierro de lo que consumimos. Se aconseja comer kiwis en los pacientes con anemia ferropénica para acelerar la recuperación.
Filtra los rayos solares:
Si eres una persona muy sensible a los rayos UV, no dudes en comer kiwi. La luteína que contiene actúa como un filtro de protección natural para tu piel. La luteína también está presente en la acelga, los brócolis y las espinacas.
¿Quiénes no pueden comer kiwi?
Las personas que son alérgicas a una enzima llamada proteolítica actidina, no pueden consumir kiwi, ni papayas o piñas. Los que tienen tendencia a desarrollar cálculos renales (piedras en el riñón) tampoco, porque esta fruta es rica en oxalatos de calcio. Por esta razón, los niños han de reducir la ingesta, aunque no eliminarla por completo.
Debido a su contenido en potasio, no se recomienda para los que padecen de insuficiencia renal. Los síntomas por intoxicación por kiwi incluyen: urticaria, problemas para tragar y vómitos.
El kiwi es una fruta pequeña y deliciosa, conocida por su color marrón y su piel con pelos en el exterior y su interior verde brillante. Es originaria de un valle de China, aunque luego fue llevada a Nueva Zelanda, donde hoy se produce en cantidad elevada.
Se la denominó “kiwi” debido a su parecido con el pájaro homónimo, muy popular en Oceanía. Es una fruta cuyo sabor, indican los que saben, es una perfecta combinación entre el plátano, la fresa y la piña.
Rico en antioxidantes y vitamina C:
Estos son los dos nutrientes principales del kiwi. En el caso de la vitamina C, cuenta con 98 mg por cada 100 gramos. Tiene así más cantidad que las naranjas y los limones (casi el doble). Solo es superado este valor por las guayabas y las grosellas. Una pieza de kiwi nos aporta más del 80% del requerimiento diario de vitamina C.
Se aconseja consumirlo por la mañana en del desayuno. Entre las propiedades de esta vitamina podemos destacar que refuerza el sistema inmunitario, rebaja la hipertensión, evita el cáncer y las alergias y resfriados.
La vitamina C es un potente antioxidante. Su capacidad de neutralizar los radicales libres hace del kiwi un perfecto neutralizador de los daños corporales, sobre todo los que tienen que ver con el envejecimiento. Comer esta fruta permite mantener las células más jóvenes y conservar la salud del cuerpo en general.
Se aconseja su consumo a personas fumadoras o que beben mucho alcohol. También a quienes padecen diabetes o alergias, a mujeres embarazadas o en la menopausia, a ancianos, a quienes sufrieron fracturas de huesos o rotura de ligamentos, tienen problemas en la vista como cataratas y los que padecen inmunodeficiencias por enfermedades como el SIDA o el herpes.
Reduce el estrés y los nervios:
El kiwi es una fruta ideal para los tiempos modernos. Debido a la gran cantidad de vitamina C, puede evitar el nerviosismo y la ansiedad. También es perfecto para reducir el estrés.
Nos permite sentirnos más tranquilos y enfrentarnos a los problemas u obstáculos que aparecen en nuestra vida. Se recomienda comer un kiwi antes de una entrevista de trabajo o una reunión importante, para reducir la tensión.
Disminuye el estreñimiento:
El kiwi es una fruta repleta de fibra soluble, por ello ayuda en la digestión y mejora el tránsito intestinal, siendo una gran aliado para prevenir el estreñimiento.
Si se consume en el desayuno ayudará mucho más en este aspecto. Se puede comer con otras frutas, yogur, kéfir o cereales a la mañana. Favorece la expulsión de heces.
Sirve para adelgazar y eliminar la retención de líquidos:
Tiene un gran porcentaje de agua y un nivel calórico intermedio (63 Kcal cada 100 gramos), por lo que permite bajar de peso y sentirse más saciado. A su vez, no posee demasiado sodio, siendo perfecto para las dietas de adelgazamiento y para perder agua, sobre todo en el caso de embarazadas.
El kiwi es muy diurético y no debe faltar en la alimentación de los que sufren de obesidad o sobrepeso. Es útil en casos de insuficiencia cardíaca o hepática.
Ayuda a la digestión:
Como se dijo antes, el kiwi es muy digestivo y permite disgregar las proteínas de los alimentos, así como también evitar la indigestión, la gastritis y los gases. La presencia de estas proteínas permiten combinar esta fruta con leche o gelatina.
Mejora la circulación de la sangre:
Al contener vitamina E y ácidos grasos Omega 3 y 6, el kiwi fluidifica la sangre, mejorando el estado general de las arterias. Esto evita la formación de trombos o coágulos en los vasos sanguíneos.
Esta fruta sirve para proteger contra trombosis, angina de pecho, derrames cerebrales e infartos. Y como si esto fuera poco, el kiwi y su fibra, permiten reducir los niveles de colesterol en sangre.
Mejora los huesos:
Esto incluye cualquier elemento óseo del cuerpo, es decir, también los dientes. Esta propiedad se debe a los minerales presentes en el kiwi: cobre, magnesio y potasio. Una pieza de la fruta cubre el 10% de las necesidades básicas de los tres.
El kiwi, así, permite mejorar el desarrollo de los huesos y también el funcionamiento de los nervios, músculos y órganos.
Favorece el sistema inmunitario:
Esto significa evitar los resfriados y subir las defensas, debido a la gran cantidad de ácido fólico presente en el kiwi, sumado a la vitamina C. Permiten ambos nutrientes producir más glóbulos rojos y blancos, así como también anticuerpos, que funcionan como barrera de las enfermedades producidas por virus.
Combate la anemia:
También debido a la vitamina C, que aumenta la absorción del hierro de lo que consumimos. Se aconseja comer kiwis en los pacientes con anemia ferropénica para acelerar la recuperación.
Filtra los rayos solares:
Si eres una persona muy sensible a los rayos UV, no dudes en comer kiwi. La luteína que contiene actúa como un filtro de protección natural para tu piel. La luteína también está presente en la acelga, los brócolis y las espinacas.
¿Quiénes no pueden comer kiwi?
Las personas que son alérgicas a una enzima llamada proteolítica actidina, no pueden consumir kiwi, ni papayas o piñas. Los que tienen tendencia a desarrollar cálculos renales (piedras en el riñón) tampoco, porque esta fruta es rica en oxalatos de calcio. Por esta razón, los niños han de reducir la ingesta, aunque no eliminarla por completo.
Debido a su contenido en potasio, no se recomienda para los que padecen de insuficiencia renal. Los síntomas por intoxicación por kiwi incluyen: urticaria, problemas para tragar y vómitos.